17 diciembre 2006

EL CALAR DE GÜÉJAR SIERRA


























































































































































































































EL CALAR DE GÜÉJAR SIERRA
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Hoy, para cerrar el año sobre el que nos encontramos, a unos 10 centímetros de la Navidad; para zafarnos un poco de estas flechas tan señaladas con que nos apuntan todos los grandes almacenes y supermercados, nuevamente nos dirigimos hasta Güéjar Sierra (1.084 m.) para realizar esta última del año antes del parón forzado y ascender hasta su buque insignia. Y digo buque porque el Calar tiene esa forma tan parecida a la de un casco de barco bocabajo, o una gran bañera invertida, y que da sombra, imposibilitándole "las vistas", a cualquier pueblo que se le acerque o arrime en kilómetros a la redonda. Pero la panorámica de las mismas, desde arriba, son lo que, en justicia, merecen la pena. Así que allá que nos dirigimos. A por su bandera.
Un kilómetro antes de llegar a esta serrana localidad de Güéjar Sierra, por mérito propio y naturaleza (a unos 16,5 km. de distancia de Granada) y un poco después de pasar el Camping las Lomas, tomamos el desvío de la izquierda que se nos insinúa y lleva con dirección al Barrio Alto y a la Argumosa.
Pasamos la Plaza del Barrio Alto, giramos nuevamente a la izquierda y aparcamos el vehículo junto a la Fuente de los 16 Caños; observando el mal estado en que se encuentra y sólo funcionando por desgracia uno sólo de ellos.
A la derecha de la fuente, hay un panel informativo y una indicación señalándonos hacia el "Cerro el Calar". Camino que tomamos en un pronunciado ascenso, bordeando en nuestro primeros pasos la balsa la Solana, rodeándola por la alambrada que la cerca.
Continuamos con esta fuerte subida, tomando como referencia, a nuestra izquierda, unos postes de tendido eléctrico junto a unos enormes tajos hacia arriba.
Al poco vemos unas ruinas. Son las del Cortijo de las Lastras. También vemos una pequeña alberca para riego. Si nos damos la vuelta, ya empezamos a disfrutar de la hermosa panorámica del pueblo de Güéjar a nuestros pies (más bien su Barrio Alto) y el Pantano de Canales al fondo y por desgracia con un bajo nivel de sus aguas.
Seguimos por la marcada vereda ascendiendo y que nos lleva tras una hora y veinte minutos, zigzagueando y zigzagueando, aproximadamente hasta unos cortados de vértigo en los que hay dos cruces metálicas muy próximas y con unas vistas maravillosas hacia las altas cumbres de Sierra Nevada (no tan nevadas como deseáramos) y la Estación de Maitena allá abajo.
A las dos horas de caminata coronamos la zona conocida como Los Parapetos (1.755 m.a.). Una zona plagada de trincheras, restos de la guerra Civil Española. Una de las antiguas posiciones defensivas de mayor enbergadura de la comarca (16.300 m2). Según las inscripciones en ellas que se conservan, el lugar fue fortificado por la 20ª Compañía de Zapadores. Constuyéndose aquí dos nidos de ametralladora en los extremos de la zona de vanguardia; entre las que se implantaron una línea de parapetos (de aquí su nombre) con pozos o puestos de tiro insertados a intervalos regulares. Destinándose la zona posterior del cerro a la protección y descanso de la guarnición. Estando el puesto de mando localizado en el flanco izquierdo, así como un refugio contra artillería subterráneo blindado, dos habitaciones rectangulares y un albergue de montaña circular. Contando el flanco derecho con otros dos albergues idénticos y un refugio contra artillería. Realizándose la comunicación entre todos estos elementos circulando a través de más de treinta trincheras.  La protección estaba a cargo de una sección independiente (cincuenta y cuatro personas); y el suministro del agua a lomo de caballerías desde una de las fuentes de Güéjar Sierra que se almacenaba en dos depósitos subterráneos fabricados con lacrillo y cemento, así como en dos cubas.
Haciendo aquí un pequeño alto para tomarnos un pequeño tentempié y saborear de camino sobre esta parada las hermosas vistas que tenemos como al alcance de la mano. Desde aquí podemos observar en su máxima longitud y plenitud el Valle del Genil y el Pantano de Canales con sus escuetas reservas de agua.
Subimos un poco para coronar ya bajo nuestros últimos pasos, el Calar de Güéjar Sierra, situados sobre los 1.865 m. de altitud. Nos encontramos sobre un paisaje kárstico poco evolucionado al que se le conoce localmente como  'calar', generado por la disolución superficial de las calizas alpujárrides. Siendo este uno de los más significativos de nuestra baja montaña granadina, por su singularidad y extensión; destacando también el Calar de Laujar, en la Alpujarra almeriense.
Y justo encima estamos, con Sierra Nevada como que la pudieras tocar con la mano, siendo la panorámica desde aquí de lo más completa y significativa…La Atalaya, Puntal de Vacares, La Alcazaba, El Mulhacén, El Veleta...Todos, todos como hermanos y como cogidos de la mano.
Antes de iniciar el descenso hacia el Collado de la Gitana, descendemos un poco desde su punto más alto, para tomar unas instantáneas junto a su vértice geodésico y que se haya rodeado de espléndidas matas de plantas aromáticas como la salvia, romero, alhucema o lavanda, y algunas otras más espinosas como el cojín de monja y espino albar.
Retornamos, y ahora bajamos por una pedregosa vereda que se encontraba hoy bastante embarrada debido a la escarcha que se estaba derritiendo a estas horas, y que nos acerca hasta el Collado de la Gitana.
Bajo nuestros pies tenemos el Camping Balderas y observamos que el carril por el que pasamos a primeros de año está totalmente asfaltado desde Güéjar Sierra.
Desde aquí, con unas cuatro horas de caminata a nuestras anchas, comenzamos la bajada por el carril que parte a nuestra izquierda y que nos conduce, al poco, al Cortijo Cueva de la Gitana, en donde hacemos el alto obligado para el avituallamiento.
Continuamos la marcha, con el Cerro de los Miguelejos a nuestras espaldas, bajando campo a través durante unos minutos con dirección SO, y buscamos una alambrada para bordearla y rodear, ahora, el Cortijo de la Gitana por su lateral izquierdo hasta encontrar una estrecha y perdida vereda que nos desciende en picado hasta unos arenales. Vereda que nos coloca de inmediato sobre una pista agrícola y que nos lleva con dirección a la Fuente de la Teja, girando nuevamente a la izquierda y tras un giro de 180º .
Aquí sobre este paraje de la Fuente de la Teja, tomado hoy por el ganado, a pocos metros de distancia, avanzando por este carril, ya carretero, hacemos un alto en el camino para saludar al amigo Paco, dueño de la Casa Rural Fuente de la Teja, para tomarnos un café caliente ya que la tarde refrescaba de forma acelarada. Instalaciones que tiene tan cuidadas y trabajadas hasta el último detalle.
Seguimos la marcha, y nos topamos con el primer cruce de caminos: a la derecha, y en descenso, lleva hacia el Cortijo de la Argumosa y del que ya habíamos avistado un poco antes algunas de sus instalaciones; de frente, y el que nosotros tomamos, hacia el Collado de la Trinchera.
Ahora el carril discurre “a sus anchas” más interesadas (parece ser que pretenden también asfaltar éste de inmediato) y como destino al parecer, sólo, ese Cortijo de la Argumosa; aunque de rebote, el que lleva a la Fuente de la Teja, pille algún pequeño pellizco de ese "progreso".
Contado en pasos, en algunos puntos, hay hasta 12 metros de ancho. Total que, una autopista sobre el horizonte del Collado de la Trinchera y al que nos dirigimos a continuación, divisando ya, a lo lejos, su erguida cruz , para terminar, tras coronarlo, con la bajada ya hacia la localidad de Güéjar Sierra.
Pero antes, nos las vemos y deseamos para encontrar la vereda que nos acerca a la Fuente de los 16 caños a consecuencia de estas obras que se están realizando para el asfaltado de la carretera. Total que, después de encontrarla y seguir un poco a través del curso de una acequia, bajamos por un roquedal hasta la mismísima fuente mencionada.
Punto y final, tras unas siete horas aproximadamente, de esta última y dura caminata, que tiene como puntos suspensivos, más que finales…Pues que, es la última oficial del año!
Felices Fiestas pues; y nos vemos, como siempre, tras este pequeño paréntesis navideño.
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DATOS BÁSICOS DEL RECORRIDO:
-Accesos: Desde Granada a Güéjar Sierra (16,5 km.) en vehículo. Regreso: viceversa
- Itinerario: Fuente de los 16 caños (Barrio Alto de Güéjar Sierra), Los Parapetos, Cumbre del Calar, Collado de la Gitana, Cortijo Cueva de la Gitana, Fuente de la Teja, Collado de la Trinchera, Fuente de los 16 caños.
-Trayecto: circular
-Número de participantes: 4
-Dificultad: Media
-Duración: 7 h.
-Agua: llevar
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10 diciembre 2006

FUENTE GRANDE - TRINCHERAS DEL MAULLO







































































































































































FUENTE GRANDE - TRINCHERAS DEL MAULLO
-PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE HUÉTOR-
Situados ya en este otro extremo, sobre el largo puente de la Constitución-Inmaculada, caracterizado por el frío intenso que nos ha salido como del armario (y que conste que “el raro” no es el frío, sino por el contrario el calor que veníamos padeciendo hasta hace nada y sobre estas últimas fechas del año en las que nos encontramos),  y para no perder el camino de la vereda, aquí va este pequeño paseo (de unas dos horas aproximadamente - de ida y vuelta-) hacia las Trincheras del Maullo en pleno Parque Natural de la Sierra de Huétor.
Ruta que  ya comenté en la primera parte de Caminos del Sur (creo recordar que dentro de la que denominé “Las dos Cruces”) pero que hoy, por lo despejado que estaba el día, el azul intenso contra el blanco puro de Sierra Nevada, por la intensidad de la luz que reinaba allá en lo alto, lo subo de nuevo y asciendo para repetir con este vivo recuerdo.
Situados en la mismísima Fuente Grande, Fuente de Aynadamar o Fuente de las Lágrimas de Alfacar (Granada) , en vez de tomar la carretera asfaltada que va hacia la localidad de Víznar ascendemos hoy por un pedregoso carril que parte a la derecha de la Fuente (justo antes de comenzar el ascenso de la carretera que va hacia la Alfaguara) y que discurre en sus comienzos paralelo a unos postes de electricidad de la Compañía Sevillana con la idea de ganar altura e ir abriendo piernas de inmediato, ya que el gélido día lo exigía en su protocolo sobre el tiempo.
Este pequeño carril asciende hasta unos depósitos de agua de un bloque de apartamentos que hay muy cercano al "Parque Federico García Lorca” y que toma el nombre de un “resbaladero” próximo en donde se pueden encontrar restos de fósiles. Esta zona conocida como el Caracolar coge su nombre de las caracolas, fósiles de moluscos pero que, y lo más gracioso, es que éstas no aparecen ni en pintura. Pero en cambio, si se pueden encontrar conchas de las que cubren a los testáceos. Entre las conchas que se han encontrado en este lugar se puede nombrar las llamadas: Pecten, Pecten Legemirii, Helix, etc. Así que aquí podemos ver este trozo antiguo de playa, de la que fue hace 20 millones de años y hoy petrificada, de la actual cuenca del Guadalquivir.
Seguimos la marcha con la panorámica de Granada a nuestra derecha, El Cortijo Pepino a nuestros pies y Sierra Elvira a nuestras espaldas, para dirigirnos al Barranco de Víznar en donde existe un mololito de granito con su nombre al lado de la carretera y un panel informativo de esta zona. Cruzamos su silencio, y la fosa común de enterramiento de la Guerra Civil española, en donde observamos en su centro una cruz formada por montículos de piedras y que está adornada siempre con flores.
Desde aquí parte una vereda a la derecha que asciende entre pinos y matas de romero para dejarnos en el Area Recrativa de Puerto Lobo, acercándonos después hasta el Centro de Interpretación, también llamado de Visitantes, y de enorme interés dada la cantidad de información que nos puede aportar (dispone de una sala audiovisual en donde proyectan una película con la más característico del Parque Natural de la Sierra de Huétor: flora, fauna, fotografías, formaciones geológicas, etc.etc.), existiendo en sus alrededores un alambique de los que se empleaban para la destilación de plantas aromáticas (como la alhucema o lavanda) y una vieja morturadora de aceituna.
Delante del blanco edificio, junto al aparcamiento, parte realmente la senda, debidamente señalizada, hacia las Trincheras. Se trata de la Senda del Maullo.
Al principio el sendero desciende y se va alternando con algunos cuantos tramos en llano, atravesando un hermoso mosaico vegetal compuesto principalmente por jóvenes cedros, pinos, algunos olivos y álamos, existiendo durante su recorrido, algunos bancos de piedra a un lado y otro del camino para el descanso y la observación del paraje y del paisaje, para finalmente ascender hasta un carril forestal y que seguiremos a la derecha.
Esta zona, hace tiempo, recuerdo que estaba plagada de los sabrosos níscalos o rovellones (Lactarius deliciosus) encontrando algunos ejemplares del tamaño de un plato. Pero ya, con la sequía, con que todo el mundo los busca, destrozando incluso todo lo que les sale al paso, es muy difícil avistar alguno.
Desde este carril, asciende una estrecha y agradable vereda que nos sitúa, en un abrir y cerrar de ojos, en las Trincheras del Maullo; restos de la Guerra Civil española, llamadas así por el ruido que hacían sus “usuarios” para comunicarse a lo lejos, unos con otros, imitando el del maullo del gato montés y que habitaba estos parajes.
Durante la subida disfrutamos de otro magnífico mosaico vegetal compuesto por cedrales, pinos resineros, antiguos cultivos de olivos, coscojas y encinas; matorrales como jaras, retamas, escaramujos, aulagas, salvias y lavandas. Las vistas desde aquí, sobre los 1.319 m.a., son impresionantes. Destacamos esa panorámica de los mejores tres miles de Sierra Nevada (El Cuervo, Puntal de Vacares, Alcazaba, Mulhacén, Los Machos, Veleta, Tajos de la Virgen, El Caballo...) el Calar de Guejar Sierra, el Cerro de la Cruz enfrente; y abajo, el río Darro, el alto y largo Puente de la Autovía A-92 y las proximidades de la localidad de Huétor Santillán.
El regreso lo hacemos por la vereda que nos ha subido hasta encontrar el carril amplio; pero ahora, en vez de volver por el propio señalizado del Sendero del Maullo, continuamos este carril, que está cerrado al paso por una cadena, para desembocar en el principal y carretero que nos lleva, continuándolo todo de frente, a la izquierda, hacia el Centro de Visitantes; y un poco antes, a la derecha, en el perimétro de un recinto alambrado para la recogida y repoblación de animales (principalmente de cabra montés). Aconsejando realizar una visita al Centro de Visitantes por su gran interés didáctico; pudiendo llamar al teléfono indicado más abajo para pedir cualquier tipo de información o aclaración que necesitemos.
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Datos básicos del Parque Natural de la Sierra de Huétor
Provincia: Granada.
Localización geográfica: Provincia de Granada, al noreste de la capital.
Fecha de declaración: 1989
Superficie: 12.128 ha
Altitud: Entre 1.100 y 1900 m.
Datos climáticos:
- Pecipitación anual media de 550mm.
- Temperaturas mensuales medias de 7ºC (enero) y 26ºC (julio).
Principales formaciones: Encinares, quejigares, rebollares, sabinares y pinares.
Municipios: Cogollos Vega, Beas de Granada, Huétor Santillán, Víznar, Alfacar, Nívar y Diezma.
Oficina del Parque NaturalC/Marqués de la Ensenada, nº 118071 GranadaTel.: +34 958 026 000Fax: +34 958 026 058E-mail:
pn.huetor.cma@juntadeandalucia.es
Centro de visitantes "Puerto Lobo"Ctra. Víznar a Puerto Lobo, km. 4318179 Víznar (Granada)Tel.: +34 958 540 426

02 diciembre 2006

TOCÓN DE QUÉNTAR - DEHESA LOS LLANOS - TOCÓN DE QUÉNTAR



























































































































































































































































TOCÓN-DEHESA LOS LLANOS

Hoy, rompiendo con esta tradición de echarnos los domingos a cuestas, por motivos de un fuerte compromiso familiar por este mañana y por una de las partes, salimos hoy sábado, con destino a la cercana localidad de Tocón de Quéntar (o Tocón como sencillamente se le reconoce y se le llama) para realizar una bonita marcha o caminata sobre este otoño que no acaba de desnudarse, ni arrojar la toalla.
Para ello tomamos, una vez más la Circunvalación de Granada, y saliéndonos por la Ronda Sur, nos desviamos por la salida marcada como Quéntar-Güejar Sierra, y giramos a la derecha en el primer stop que nos encontramos para incorporarnos a la antigua carretera de la Sierra. Pasamos el Restaurante los Pinillos, dejándolo a nuestra izquierda, y en el cruce de Aguas Blancas, nos desviamos a la izquierda, encaminándonos con dirección a Quéntar-Pantano de Quéntar-Tocón, observando la distancia que a esta altura nos separa de nuestro destino y como bien se indica en la flecha señalizada, “A Tocón, 20 Km.” Total que nada.
Dejamos la localidad de Dúdar atrás, y la de Quéntar ladera abajo a nuestra derecha. Al poco pasamos cerca de la presa del Pantano y nos desanima el escaso nivel de sus aguas. Y no digamos nada sobre la cola de su llenado...
Tras una curva, dos curvas, tres curvas, y otras muchas tantas a izquierda y derecha, con toda la precaución del mundo debido a la cantidad de ciclistas que toman literalmente esta carretera, llegamos, tras una media hora escasa, a la pequeña localidad de Tocón y aneja de la de Quéntar. Estamos aproximadamente situados a una altitud de 1.200 m. y a unos 29 km. de distancia de Granada
Decir a favor de este anejo, en forma de pequeño paraíso virgen, que es ideal para la práctica del senderismo y bicicleta de montaña; y como curiosidades de prensa que, hasta hace un poco más de dos años, concretamente agosto de 2004, no llegó la señal de T.V. en forma de ondas y tras esos 50 años desde la primera emisión en España. Bueno que, a estas alturas, creo que ya se habrán enterado de quienes son los 40 principales de Marbella y de todo lo que se cuece a ese otro lado del progreso.
Pero volviendo a lo nuestro y del que hoy nos ocupaba... Desde la Plaza principal de este anejo, justo al lado del Consultorio, cruzamos el puente sobre el río Tocón, para empezar a caminar, sobre las 10:26 h., y durante unos pocos minutos sobre un ancho carril hormigonado que, pronto, tras un primer y suave ascenso ya metidos en vereda, nos deja, tras sobrepasar a nuestra izquierda una finca agrícola con varias pequeñas construcciones y custodiada por una jauría de perros, sobre el cauce de una acequia. Curso que no abandonaríamos ya durante un largo tiempo de esta pura y agradable marcha; en donde el otoño aún nos mostraba su traje más característico y como vestido de fiesta.
Caminamos por dicha acequia, tanto por sus bordes como por sus internos y a una altura muy por encima de la margen izquierda del citado río; atravesamos varias zonas de cultivo, unas plantaciones de cerezos, otras de nogales, unos cuantos pinares; encontrando, a estas alturas, en uno de ellos, los primeros níscalos o rovellones (Lactarius deliciosus) de la temporada (suerte la nuestra, porque ya estamos en sus finales!). Pasamos junto al lado de varias pantanetas vacías, y al rato, descendemos al carril-carretero que asciende desde Tocón y que cruzamos para hacer lo mismo con el río, llegando al poco al primer cortijo de nuestra ruta: el Cortijo el Hervidero. Aquí hacemos un alto en el camino para tomarnos un pequeño tentempié de esos que entonan tras desenfundar mi primo Antonio la petaca.
Seguimos la marcha, en un suave ascenso por el Barranco de los Linarejos entre pinos, chaparros, juncos y zarzales por una estrecha vereda, caminando junto al lado de una gruesa goma negra para la conducción del agua. Al llegar al primer hito con que nos topamos, descendemos un poco de nuevo hasta el río para caminar por su margen derecha y con dirección, al siguiente cortijo: el de los Linarejos. Por aquí vemos que el ganado pasta a sus anchas y algunos frutales aún permanecen cuajados con sus frutos de verano (observando el curioso contraste entre las manzanas amarillas y rojas) y algún que otro níspero de invierno (Mespilus germanica) a punto de caramelo.
Cruzamos de nuevo el río Tocón (justo por frente de un pilar de agua que hay por debajo de la vivienda de dicho cortijo) y ascendemos con dirección sur, atravesando varias paratas, buscando ahora una goma negra más pequeña para la conducción de agua y que nos servirá de referencia, siguiéndola, para llegar hasta un pequeño redil para el ganado y que está ubicado junto a un magnífico ejemplar de quejigo (Quercus faginea Lamy), a la vera del carril que nos llevará, rodeando el Cerro del Carcabal (1.960 m.), en sentido de las agujas del reloj, hasta la Dehesa los Llanos que nos da paso al siguiente cortijo, el de la Remonta. Aquí el ganado vacuno también anda como por su casa y nunca mejor dicho, a sus anchas más sobradas.
Sobre las 14:45 h., muy próximos a un pilar de agua, bajo el frondoso ramaje de un hermoso mimbre, hacemos la parada oficial para el avituallamiento. Pasados unos escasos 15 minutos, nos levanta el campo el frío que bajaba encañonado por este hermoso paraje.
Desde aquí nos dirigimos, con dirección oeste, hacia el Collado que forman los cerros del Carcabal (que tendríamos a nuestra derecha, si nos situamos ya sobre dicho collado) y el Zujeiro (1.956 m.a., a nuestra izquierda); no sin antes saborear desde aquí, desde este estratégico collado y punto más alto de la ruta (1.810 m.a.) de las magníficas vistas con las que nos despediríamos y que dejamos a nuestras espaldas: varias cumbres nevadas que se alzaban como de puntillas desde Sierra Nevada (Picón de Jeres, Veleta...), El Cortijo de Robles allá abajo, sobre los inicios de Paules, Collado del Alguacil, etc.etc.. Y, mirando hacia el Norte, Sierra Arana (con su Peñon de la Cruz como buque insignia), con esa casi “vuelta entera” de tornillo que le habíamos dado como abrazo al Carcabal.
Ahora comenzamos a descender vertiginosamente, observando a nuestra izquierda el Cerro de Buena Vista y el del Toril durante unos momentos, para toparnos después de frente con las viejas ruinas del Cortijo Peralta.
Giramos a la derecha, tomando un blanco sendero arenoso y seguimos caminado hacia abajo. De frente ya vemos, a lo lejos, el Cortijo del Hervidero, junto a las grandes encinas que lo custodian.
Dándole un nuevo capotazo más, ahora a izquierdas, a la vereda, nos topamos con el último de los caseríos del recorrido: se trata de la Cortijada de los Agustinos (en un lamentable estado de ruina).
De aquí, desembocamos en un carril que cruza un arroyo de aguas ferruginosas, y que nos coloca de nuevo en otra encrucijada de caminos: el de la izquierda, según reza en su leyenda, nos llevaría hasta "Paules" y de allí a Güejar Sierra; el que seguimos de frente, nos llevaría a nosotros hasta el Tocón de Quéntar.
Pero antes, pasamos de nuevo junto al cruce del río por donde al principio de la marcha nos acercó hasta el Cortijo del Hervidero. Ahora, en vez de volver por el cauce de la acequia que nos trajo hasta aquí, seguimos por este carril, que discurre por encima de la margen derecha del río Tocón y que fue construido, en plena guerra civil española, por las tropas republicanas para llevar sus efectivos desde Tocón hasta Güejar Sierra.
Mientras caminamos vamos viendo cantidad de indicaciones bajo el programa de la U.E. de Repoblación Forestal y algunas pequeñas hazas de tierra cercadas y señalizadas como la de Linde, Lino, del Jabalí, o la del Molino.
A las 17:30 horas, aproximadamente, llegamos a las primeras casas de Tocón (destacando esa tan característica como la Eléctrica San José) y un poco más adelante con nuestros vehículos que dejamos aparcados junto al pilar de la Plaza.
Pero antes de arrancar hacia Granada…Pues que, en el Bar el Pastor, con el pretexto de ese café, esa “rubia” fría, esa tapa de migas, ese chupito de hierbas, nos da la pauta para comentar algunos detalles, diferentes ángulos de esos rincones que hemos dejado atrás, sobre esta caminata que se acababa.
Como siempre, dejo algunas instantáneas de estos paisajes, indudablemente mejorables cuando uno se arranca y los respira; los alcanza con los pasos, con la propia mirada.
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-Accesos: desde Granada a Tocón de Quéntar en vehículo (unos 29 km) - Regreso: viceversa.
-Itinerario: Tocón de Quéntar, acequia guía al poco de cruzar el río, Cortijos del Hervidero, Barranco de los Linarejos, Cortijo Linarejos, rodeo del Carcabal, Dehesa Los Llanos- Cortijada la Remonta, Collado (Zujeiro-Carcabal), ruinas Cortijo Peralta, proximidades los Agustinos, carril margen derecha del arroyo Tocón, Tocón de nuevo.
-Trayecto: circular
-Número de participantes: 6
-Dificultad: Media
-Duración: 7 h.
-Agua: Tocón, Cortijo los Linarejos, Cortijada la Remonta ( Dehesa los Llanos).