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LOS GUÁJARES: RUTA DEL RÍO DE LA TOBA (SL-A53)
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Hoy nos acercamos hasta este hermoso valle granadino, con nombre y tres apellidos. Rodeado de montañas y abrigado por el silencio. En donde el reloj queda como anulado, al margen de la distancia, intérprete a solas del paisaje...
Hablo de Los Guájares, o de Las Guájaras, como antiguamente se le conocía. Altiva hendidura de la naturaleza, labrada por el río de la Toba, en donde se encuentran: Guájar Fondón, Guájar Faragüit ("el jardín escondido") y Guájar Alto. Pueblos que cuentan por sí mismos el origen de su nombre, derivado del vocablo árabe “Wa-run” que significa lugar escarpado, de difícil acceso, pero con los brazos abiertos siempre hacia el viajero.
Para llegar tomamos la Circunvalación de Granada con dirección Motril y la abandonamos por la salida marcada como “Béznar”. Una vez en la presa, tomamos la carretera asfaltada que cruza al otro lado de la cerrada de la misma y que en sus primeros inicios asciende “caracoleando y caracoleando”, para a continuación hacer los mismo "bajando y bajando" en todo su trayecto hasta la localidad de Guájar Faragüit.
Total que, tras esos 60 Km. que lo separan de la capital granadina se esconde este lugar de ensueño para el senderismo más natural y relajado, y que nada más llegar y abrir los ojos te encaja sobre el horizonte del momento.
Con esta ruta (sobre una altitud de 280 metros sobre el nivel del mar, un poco más abajo) recorreremos dos de los tres pueblos de los Guájares: Guájar Faragüit y Guájar Alto (con una visita intermedia al Castillejo ubicado en el primero de ellos)
En nuestros primeros pasos, una vez aparcado el vehículo en Guájar Faragüit, la ruta nos desciende entre las casas del pueblo, haciendo una pequeña primera parada en la Iglesia de San Lorenzo. A continuación bajamos una pronunciada cuesta de hormigón, que nos desciende hasta el mismísimo río de la Toba. En frente tenemos Fuente Santa, una gran mole de roca, por donde el agua mana por sus bajos si los regadíos de todas las paratas y bancales que están como “colgados” a sus espaldas la dejan correr a sus anchas.
Seguimos ascendiendo por entre estos bancales saboreando el frescor y el verde que se nos impone; y que nos sale al encuentro de nuestros pasos con dirección al Yacimiento del Castillejo y al “Paraje Allá de Caras”.
Tras un mediano ascenso, nuestro esfuerzo es recompensado una vez en la cumbre. Este yacimiento, que se sitúa en el curso medio del Valle del Río de la Toba, fue un asentamiento rural de carácter esencialmente residencial y construido entre los siglos XIII al XIV (final del periodo almohade y comienzos del nazarí)
Debajo de esta fortaleza en ruinas, hoy por nuestros pies conquistada, tenemos El Fondón, el primero de los tres componentes de este triunvirato sobre el paisaje de los Guájares.
Volvemos sobre nuestros pasos y de nuevo ascendemos, cruzando de nuevo el río, hasta Guájar Faragüit para continuar ascendiendo durante unos dos kilómetros aproximadamente por la carretera asfaltada hasta incorporarnos a nuestra izquierda al sendero señalizado como “Ruta del Río de la Toba” y que nos lleva directamente hasta Guájar Alto.
Bajamos de nuevo al río de la Toba a través de "El Quemao" y nos deleitamos con el frescor de sus aguas transparentes. Ahora el camino pasa a ser un sendero debidamente señalizado con pintura azul e hitos de madera con colores blanco y naranja.
Durante la subida, con algo de barro pegado a nuestras botas, podemos encontrar en sus comienzos diversos fósiles de ostreas, corales y lamelibranquios (almejas). Atravesamos un pequeño y estrecho barranco de interés ecológico, dada la gran variedad de flora y vegetación que alberga, y al final de la empinada y zigzagueante cuesta, llegamos a una gran explanada ocupada por almendros y olivos, la mayoría parapetados con muretes de piedra sobre piedra. Los almendros por aquí andan ya bastante avanzados en su floración; algunos, incluso, con sus allozas "al engorde". Localizamos un punto azul junto a un hermoso ejemplar de especie amenazada de Boj Balear (Buxus baleárica) y hacemos un pequeño alto para el descanso y recuento de los pasos. Atrás hemos ido dejando hermosos ejemplares de jara blanca (Cistus albidus L.), romero, brezos, enebros, y algún que otro algarrobo.
Paso seguido y recto para el camino, nos adentramos en un frondoso pinar de repoblación, un poco aclarado y que da lugar a la formación de sotobosque, cobijando especies tan llamativas como el brezo, la jara, el romero, la aulaga y que hoy estaban con sus flores a reventar al tacto de la digital y de la mirada. Aquí y ahora, y sobre el Paraje de la Viñuela, hacemos otro pequeño descanso para los músculos y refrescarnos los internos.
Continuamos con la caminata que nos lleva acto seguido por un ancho sendero. Unos escarabajos se nos cruzan en el camino que asciende hasta el Collado de la Viñuela dando muestras y refuerzo de su biología más férrea. Atrás dejamos las vistas de Guájar Faragüit, para conseguir ahora las de Guájar Alto de frente y adentrándonos, a continuación, en la Cañada la Guita.
Pisamos ahora por un carril blanquecino cuando una mesa de madera se nos insinúa en “alto”, solitaria y aislada a nuestra izquierda como servidora de otros tiempos a los caminantes.
Al poco y a la derecha tenemos un cruce de caminos. Para no despistarnos debemos de fijar nuestros ojos en una señal dejada con hilo rojo enredado en la rama de un pino, un hito de madera (con sus señales blancas y naranja) y otra “señal de guerra” de pintura azul sobre una piedra en el camino nuevamente indicadores de que estamos sobre la vereda correcta.
El sendero continúa con otra subidilla de importancia por la zona conocida y marcada como “Las Roturas” y en donde un gran depósito de agua nos sale al paso a nuestra derecha.
Ahora la vereda de nuevo vuelve a descender, concretamente hasta el Barranco “El Morrón” para ascender hasta “La Capellanía”. Aquí le damos una vuelta de herradura a la ruta sin perder los puntos azules sobre la roca y dejando Guájar Alto, allá abajo a nuestra derecha.
Esta parte del itinerario transcurre a media ladera con bajada incluida hasta el “Mirador de la Rebalosa”.
Ahora la vereda se torna pedregosa hasta cruzar de nuevo otro barranco y con nueva subida de regalo incluida con escalinatas de piedra natural para llegar hasta “Las Cabezuelas”.
Desde aquí ya sólo es bajar hasta la carretera asfaltada y continuar hacia abajo a la derecha hasta toparnos con el cartel indicativo de las Rutas posibles sobre los Guájares.
La nuestra y realizada en el día de hoy: Ruta “azul” sobre el verde, y que se nos termina en el Bar Carmen a la entrada del pueblo de Guájar Alto para saborear algunas de las especialidades de la casa: puchero de hinojos, habichuelas con almejas, choto al ajillo y mousse de aguacate.
La vuelta la hacemos carretera abajo, pero dado que un "amable samaritano" paró su vehículo, y por no hacerle un feo al gesto, los conductores bajaron con él a por los coches para regresar y recoger al resto de la tropa que siguió a su encuentro, carretera abajo hacia Guájar Faragüit. Si se prefiere, lo mejor es dejar un vehículo arriba y otro abajo, pero nosotros decidimos volver caminando ya que la tarde era más que agradable y que realmente son sólo unos 5 km. aproximadamente lo que separan estos dos "pueblos" por carretera; total que hubiese sido 1 hora más o menos de caminata añadida a las espaldas.
Hablo de Los Guájares, o de Las Guájaras, como antiguamente se le conocía. Altiva hendidura de la naturaleza, labrada por el río de la Toba, en donde se encuentran: Guájar Fondón, Guájar Faragüit ("el jardín escondido") y Guájar Alto. Pueblos que cuentan por sí mismos el origen de su nombre, derivado del vocablo árabe “Wa-run” que significa lugar escarpado, de difícil acceso, pero con los brazos abiertos siempre hacia el viajero.
Para llegar tomamos la Circunvalación de Granada con dirección Motril y la abandonamos por la salida marcada como “Béznar”. Una vez en la presa, tomamos la carretera asfaltada que cruza al otro lado de la cerrada de la misma y que en sus primeros inicios asciende “caracoleando y caracoleando”, para a continuación hacer los mismo "bajando y bajando" en todo su trayecto hasta la localidad de Guájar Faragüit.
Total que, tras esos 60 Km. que lo separan de la capital granadina se esconde este lugar de ensueño para el senderismo más natural y relajado, y que nada más llegar y abrir los ojos te encaja sobre el horizonte del momento.
Con esta ruta (sobre una altitud de 280 metros sobre el nivel del mar, un poco más abajo) recorreremos dos de los tres pueblos de los Guájares: Guájar Faragüit y Guájar Alto (con una visita intermedia al Castillejo ubicado en el primero de ellos)
En nuestros primeros pasos, una vez aparcado el vehículo en Guájar Faragüit, la ruta nos desciende entre las casas del pueblo, haciendo una pequeña primera parada en la Iglesia de San Lorenzo. A continuación bajamos una pronunciada cuesta de hormigón, que nos desciende hasta el mismísimo río de la Toba. En frente tenemos Fuente Santa, una gran mole de roca, por donde el agua mana por sus bajos si los regadíos de todas las paratas y bancales que están como “colgados” a sus espaldas la dejan correr a sus anchas.
Seguimos ascendiendo por entre estos bancales saboreando el frescor y el verde que se nos impone; y que nos sale al encuentro de nuestros pasos con dirección al Yacimiento del Castillejo y al “Paraje Allá de Caras”.
Tras un mediano ascenso, nuestro esfuerzo es recompensado una vez en la cumbre. Este yacimiento, que se sitúa en el curso medio del Valle del Río de la Toba, fue un asentamiento rural de carácter esencialmente residencial y construido entre los siglos XIII al XIV (final del periodo almohade y comienzos del nazarí)
Debajo de esta fortaleza en ruinas, hoy por nuestros pies conquistada, tenemos El Fondón, el primero de los tres componentes de este triunvirato sobre el paisaje de los Guájares.
Volvemos sobre nuestros pasos y de nuevo ascendemos, cruzando de nuevo el río, hasta Guájar Faragüit para continuar ascendiendo durante unos dos kilómetros aproximadamente por la carretera asfaltada hasta incorporarnos a nuestra izquierda al sendero señalizado como “Ruta del Río de la Toba” y que nos lleva directamente hasta Guájar Alto.
Bajamos de nuevo al río de la Toba a través de "El Quemao" y nos deleitamos con el frescor de sus aguas transparentes. Ahora el camino pasa a ser un sendero debidamente señalizado con pintura azul e hitos de madera con colores blanco y naranja.
Durante la subida, con algo de barro pegado a nuestras botas, podemos encontrar en sus comienzos diversos fósiles de ostreas, corales y lamelibranquios (almejas). Atravesamos un pequeño y estrecho barranco de interés ecológico, dada la gran variedad de flora y vegetación que alberga, y al final de la empinada y zigzagueante cuesta, llegamos a una gran explanada ocupada por almendros y olivos, la mayoría parapetados con muretes de piedra sobre piedra. Los almendros por aquí andan ya bastante avanzados en su floración; algunos, incluso, con sus allozas "al engorde". Localizamos un punto azul junto a un hermoso ejemplar de especie amenazada de Boj Balear (Buxus baleárica) y hacemos un pequeño alto para el descanso y recuento de los pasos. Atrás hemos ido dejando hermosos ejemplares de jara blanca (Cistus albidus L.), romero, brezos, enebros, y algún que otro algarrobo.
Paso seguido y recto para el camino, nos adentramos en un frondoso pinar de repoblación, un poco aclarado y que da lugar a la formación de sotobosque, cobijando especies tan llamativas como el brezo, la jara, el romero, la aulaga y que hoy estaban con sus flores a reventar al tacto de la digital y de la mirada. Aquí y ahora, y sobre el Paraje de la Viñuela, hacemos otro pequeño descanso para los músculos y refrescarnos los internos.
Continuamos con la caminata que nos lleva acto seguido por un ancho sendero. Unos escarabajos se nos cruzan en el camino que asciende hasta el Collado de la Viñuela dando muestras y refuerzo de su biología más férrea. Atrás dejamos las vistas de Guájar Faragüit, para conseguir ahora las de Guájar Alto de frente y adentrándonos, a continuación, en la Cañada la Guita.
Pisamos ahora por un carril blanquecino cuando una mesa de madera se nos insinúa en “alto”, solitaria y aislada a nuestra izquierda como servidora de otros tiempos a los caminantes.
Al poco y a la derecha tenemos un cruce de caminos. Para no despistarnos debemos de fijar nuestros ojos en una señal dejada con hilo rojo enredado en la rama de un pino, un hito de madera (con sus señales blancas y naranja) y otra “señal de guerra” de pintura azul sobre una piedra en el camino nuevamente indicadores de que estamos sobre la vereda correcta.
El sendero continúa con otra subidilla de importancia por la zona conocida y marcada como “Las Roturas” y en donde un gran depósito de agua nos sale al paso a nuestra derecha.
Ahora la vereda de nuevo vuelve a descender, concretamente hasta el Barranco “El Morrón” para ascender hasta “La Capellanía”. Aquí le damos una vuelta de herradura a la ruta sin perder los puntos azules sobre la roca y dejando Guájar Alto, allá abajo a nuestra derecha.
Esta parte del itinerario transcurre a media ladera con bajada incluida hasta el “Mirador de la Rebalosa”.
Ahora la vereda se torna pedregosa hasta cruzar de nuevo otro barranco y con nueva subida de regalo incluida con escalinatas de piedra natural para llegar hasta “Las Cabezuelas”.
Desde aquí ya sólo es bajar hasta la carretera asfaltada y continuar hacia abajo a la derecha hasta toparnos con el cartel indicativo de las Rutas posibles sobre los Guájares.
La nuestra y realizada en el día de hoy: Ruta “azul” sobre el verde, y que se nos termina en el Bar Carmen a la entrada del pueblo de Guájar Alto para saborear algunas de las especialidades de la casa: puchero de hinojos, habichuelas con almejas, choto al ajillo y mousse de aguacate.
La vuelta la hacemos carretera abajo, pero dado que un "amable samaritano" paró su vehículo, y por no hacerle un feo al gesto, los conductores bajaron con él a por los coches para regresar y recoger al resto de la tropa que siguió a su encuentro, carretera abajo hacia Guájar Faragüit. Si se prefiere, lo mejor es dejar un vehículo arriba y otro abajo, pero nosotros decidimos volver caminando ya que la tarde era más que agradable y que realmente son sólo unos 5 km. aproximadamente lo que separan estos dos "pueblos" por carretera; total que hubiese sido 1 hora más o menos de caminata añadida a las espaldas.
De vuelta a Guájar Faragüit nos desplazamos, ya motorizados, hacia Pinos del Valle; haciendo una breve parada antes en la Venta de la Cebada (en muy mal estado de conservación por cierto, y que era paso obligado de Granada a Motril, o viceversa, para los prestigiosos caminantes de antaño). A continuación y una vez rebasado Pinos del Valle llegamos a Melegís para hacer ese alto obligado en el Bar los Naranjos para refrescarnos y aprovisionarnos de su oro naranja.
Fin de esta hermosa caminata bajo este microclima tan especial, y que hace que prosperen además de naranjos, limoneros, nísperos, cantidad de productos tropicales, principalmente el aguacate. En donde hoy la flor del naranjo acompañaba frutos y recuerdos y sobre esta zona tan encubierta sobre el paisaje de los Guájares y que ha sido nuestra anfitriona.
Como siempre dejo algunas instantáneas convertidas en instantes para el recuerdo de los pasos y el refresco de la mente del mañana.
Fin de esta hermosa caminata bajo este microclima tan especial, y que hace que prosperen además de naranjos, limoneros, nísperos, cantidad de productos tropicales, principalmente el aguacate. En donde hoy la flor del naranjo acompañaba frutos y recuerdos y sobre esta zona tan encubierta sobre el paisaje de los Guájares y que ha sido nuestra anfitriona.
Como siempre dejo algunas instantáneas convertidas en instantes para el recuerdo de los pasos y el refresco de la mente del mañana.
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DATOS BÁSICOS DEL RECORRIDO:
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-Accesos: Desde Granada tomamos la Circunvalación con dirección hacia Motril - Salida de "Béznar" hacia Guájar Faragüit en vehículo. Regreso: Guájar Faragüit - Pinos del Valle - Melegís - Granada en vehículo.
-Itinierario: Guájar Faragüit - El Castillejo - Guájar Faragüit - Ruta del Río de la Toba hasta Guájar Alto.
- Trayecto: lineal
-Recorrido: 11 km.aprox. Desde Guájar Faragüit (incluyendo aquí la visita al Castillejo - con subida y bajada-)
a Guájar Alto
-Número de participantes: 6
-Dificultad: Media-Baja
-Duración: 4 h. aprox. (incluidas paradas, y pequeños descansos)
-Agua: en los 2 pueblos visitados.
DATOS BÁSICOS DEL RECORRIDO:
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-Accesos: Desde Granada tomamos la Circunvalación con dirección hacia Motril - Salida de "Béznar" hacia Guájar Faragüit en vehículo. Regreso: Guájar Faragüit - Pinos del Valle - Melegís - Granada en vehículo.
-Itinierario: Guájar Faragüit - El Castillejo - Guájar Faragüit - Ruta del Río de la Toba hasta Guájar Alto.
- Trayecto: lineal
-Recorrido: 11 km.aprox. Desde Guájar Faragüit (incluyendo aquí la visita al Castillejo - con subida y bajada-)
a Guájar Alto
-Número de participantes: 6
-Dificultad: Media-Baja
-Duración: 4 h. aprox. (incluidas paradas, y pequeños descansos)
-Agua: en los 2 pueblos visitados.
2 comentarios:
: )
Buena información...con muchos detalles....Ya que conozco parte de la ruta..
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