30 septiembre 2007

CIRCULAR POR QUÉNTAR

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Vista de la localidad de Quéntar. Hoy y aquí, azul sobre blanco!
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Fin de la caminata, volviendo hacia el puente del Río Aguas Blancas , sobre la bifurcación de caminos al principio indicada. Tras el de la derecha, el puente; el de la izquierda, el que tomamos en ascenso al inicio de la caminata. Y tanto monte, monta tanto, que la misma se puede hacer en cualquiera de los sentidos; como siempre, disfrutando de la Naturaleza...!
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Árbol del Granado (Punica granatum) , tan abundante por estas tierras y a punto de caramelo
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Uvas bajo el Sol que las acaria y materia prima para los buenos caldos que de esta tierra ya son más que famosos y agradecidos!
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Fuente del Mochuelo! ¿ Quién se atreve a encontrar al susudicho entre el verde inconfundible ?
* Alberca con la placa de cerámica y poesía del poeta granadino: "Mil gracias alberca porque herida de estrellas esta noche me pones tan a mano el alto cielo. Manuel Benítez Carrasco"
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Aquí paramos, junto al estanque y la Fuente del Mochuelo, como salvados por la campana. Sobre este paraje más que refrescante para el cuerpo y los sentidos
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Curioso confesionario de piedra. Y de penitencia... lo de siempre, aquellas Ave Marías y los siete Credos de compañía.
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A tocar tocaba! Porque, aquí y entonces... era la señal de que la hora del "Ángelus" se acercaba.
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Ermita de los Labradores, o más bien pequeño santuario al aire libre
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Ejemplo de Poesía envuelta en ese "papel" especial de regalo de la Naturaleza y que podemos leer durante el corto recorrido
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hasta las señales indicadoras e iniciadoras de la senda que nos acerca hasta la Ermita de los Labradores y Fuente del Mochuelo.
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A la derecha, entrada al Cortijo de Prado Montero. A la izquierda continuidad del recorrido y que nos lleva...
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Al poco, y a la izquierda, ya vemos el Cortijo de Prado Montero allá abajo. Y hacia él que nos dirigimos abandonando el carril principal que continúa hacia el Pantano de Quéntar.
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Vista del Cortijo de la Argumosa, desde el carril que lo redea
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Entrada principal al Cortijo de la Argumosa
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Magnífico ejemplar de encina. ¿ Qué buscaría aquí mi primo, la sombra o medirse en altura?
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Llegada al Cruce indicador de la Fuente de la Teja (a la derecha y hacia arriba) y al Cortijo de la Argumosa y que nosotros tomamos ( a la izquierda y todo patas abajo). Como vemos en la foto también esta ruta es usada con frecuencia por los sufridos ciclistas! ¡ Ánimo hombre, métele la 1ª que aún te faltan siete lenguas para arriba!
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Equinos que por aquí retozaban como caballo por su cuadra!
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Ejemplar de Endrino ( Prunus spinosa L. )
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A nuestra derecha, dejamos atrás la Cruz de la Trinchera, con todo lo que conlleva y simboliza
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Continuamos por el carril que ahora da un giro de 90º para dirigirnos hacia el Cortijo de la Argumosa, todo hacia abajo
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Tirando de objetivo, vemos los Picos del Veleta (con un poco de nieve-granizo encima), Salón, Campanario, Zacatín, y los Machos! ¡ Esperemos que pronto, todo esto, esté completamente blanco!
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Y ya tenemos al Collado de la Trinchera a la vista, con Sierra Nevada de fondo y como horizonte tan propio y característico de estas tierras!
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Proximidades del Cortijo Majano. Un descansillo bajo el gran Castaño, mientras mi primo Antonio casi se arranca por peteneras!
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Carrril que te acerca hasta el Cortijo Majano, o lo que queda...!
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Después de tanto subir para arriba, ya tenemos nuestra recompensa: unas formidables vistas de Sierra Nevada que empequeñecen a cualquiera, mientras el Calar de Guejar Sierra se encargaba de doblegarlas!
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Fruto del Acerolo, la Acerola, que tiene forma de pequeña manzana y ese sabor aci-dulce tan característico. Por desgracia, este año, por aquí muy escasas!
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Árbol de Acerolo ( Crataegus azarolus) perteneciente a la familia de las rosáceas.
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Panorámica de Quéntar desde el carril de ascenso
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Como detalle del paisaje que se observa: Quéntar, el Tajo del Reloj, tierras de Beas de Granada, y las Lomas de Dúdar al fondo!
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Desvío que tomamos a la derecha como referencia ahora
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Si miramos hacia atrás podemos ver la presa (dique) del Pantano de Quéntar , allá al fondo entre los dos picachos
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Cruce con el que nos encontramos pasado el puente del Río Aguas Blancas. Nosotros tomamos el carril de la derecha. El de la izquierda es el traeríamos a la vuelta.
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Jugoso ejemplar de Chumbera ( Opuntia ficus-indica ) junto al camino que pisamos. ¿ Pero a ver quién se atreve a meter la mano en la despensa ?
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Vereda que tomamos a continuación tras abandonar las últimas casas del pueblo! A la derecha la tablilla indicadora. Pero hay que fijarse bien para no perder el Este!
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Con la Loma de los Jarales como punto de referencia a nuestra derecha
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Calle del pueblo de Quéntar por la que nos dirigimos hacia las Escuelas


CIRCULAR POR QUÉNTAR

Antes de nada quisiera hacer hincapié en el título con el que he bautizado ésta y que en definitiva resume el doble sentido que se puede aplicar sobre la misma. Decir que sí, que se trata de una ruta circular en el más estricto sentido de la palabra; y por otro, que casi toda ella transcurre “circulando” por carril carretero, pero no por ello exento de amplias vistas y de belleza sobre la época que se respira: bajo el renacer del otoño con todo lo que conlleva de colorido y frutos característicos y que tenemos tan a mano de la vista, claro. ¡Que hay que respetar lo privado, no vayamos a equivocarnos!
La ruta la comenzamos en el pueblo granadino de Quéntar, al que accedemos por la antigua Carretera de la Sierra tras el desvío pertinente a la izquierda en su punto señalizado y que nos levanta, tras tomar el suyo y propio después a la derecha, hasta la mismísima plaza del pueblo.
Población ésta de Quéntar que está ubicada en la depresión formada entre Sierra Nevada y el Parque Natural de la Sierra de Huétor y bañada por las transparentes aguas del Río Aguas Blancas. Río al que, según mis recuerdos y de la fotografía que no engaña, a pesar de ser en blanco y negro, acudíamos de niños allá con la sandía bajo el brazo y con el “singular" traje de baño y marca interior de la casa.
Añadir, además, que su nombre actual proviene del árabe "Qaryat al-Qantar" que significa "puente y paso hacia la alquería", que se halla a una altitud sobre el nivel del mar de 872 m. y que sus fiestas de Moros y Cristianos, emuladas por los propios vecinos, son de lo más variopinto, característico y representativo, sin ofender a nadie que se sepa, y que desde tiempos antiquísimos se vienen celebrando como recordatorio y escenario de los pasos de la historia. Y estamos hablando de Felipe II, Juan de Austria... Y ya han llovido verdaderas batallas desde entonces !
En la actualidad apuntar que su fecha ha sido adelantada a la del 15 de septiembre. Así que, ya llegábamos tarde!
Y volviendo sobre los pasos actuales, decir que la marcha la iniciamos en dicha plaza, tomando a continuación la Calle Río para dirigirnos hacia las Escuelas que no son otras ahora que el llamado Colegio Público Ribera de Aguas Blancas.
Pasado éste, marchamos ahora, por poco espacio de tiempo, por camino asfaltado con dirección Este y con la vista puesta sobre el Miguelejo y el enorme Calar de Güejar Sierra de frente. A nuestra derecha tenemos la impresionante Loma de los Jarales.
Al poco, tomamos una estrecha vereda en sentido descendente y señalizada con una tablilla de madera, afianzada rústicamente sobre una tela metálica y a la antigua usanza, con la palabra escrita y apuntando hacia "Prado Montero".
Proseguimos por esta estrecha vereda, de piso al principio rocoso, que al poco nos deja sobre otro estrecho camino y no hace mucho asfaltado. Continuamos en sentido descendente hasta que éste nos acaba acercando hasta el Puente del Río Aguas Blancas, que tras rebasarlo nos coloca en el primer cruce de caminos. El de la derecha, y el que nosotros tomamos, nos lleva todo cuesta arriba hacia nuestro próximo destino: El Cortijo Majano. El de la izquierda, y por el que terminaríamos a la vuelta, al de Prado Montero. Pudiéndose realizar, por descontado, en cualquiera de ambos sentidos la misma.
Decir que la subida por este carril carretero no se hace en nada pesada ya que el desnivel no es muy acusado y conforme vamos ascendiendo vamos ganando en paisaje.
Al poco, si volvemos la vista atrás ya podemos ver la presa del Pantano de Quéntar. A nuestra derecha tenemos unas hermosa panorámica del encalado pueblo de Quéntar, con el Tajo del Reloj de frente, tierras de Beas de Granada con su "Fraile" incluido, y las lomas de Dúdar cerrando ese marco tan solemne sobre el paisaje.
Al rato nos topamos con otro cruce de caminos. Ahora tomamos el de la izquierda y después el siguiente a la derecha.
El camino carretero se alza todo cuesta arriba con respiro pero sin pausa entre multitud de árboles, que daban hoy la bienvenida al recientemente otoño estrenado como en alfombra roja, amarilla y verde: Acerolos, membrillos, nogales, algún ejemplar de castaño salpicando el paisaje y el entorno del camino. Amén de plantas aromáticas como la lavanda, de arbustos como el majuelo, el escaramujo y aulagas.
Casi llegando a tocar ya cielo, llegamos a un nuevo y triple cruce de caminos: El de la derecha, y que merece la pena tomarlo, nos acerca en breve hasta el Cortijo de Majano; el todo y seguido y con curva a la derecha en ascenso hasta el Cortijo de los Jarales, y el que desciende para continuar llaneando a la izquierda hasta el collado de la Trinchera y que tomaríamos al regreso de la visita al fresco Paraje antes mencionado y alrededores del Cortijo Majano y al que nos dirigimos sin pensárnoslo.
Paraje éste que es de agradecer por el encanto de su verde, por la multitud de árboles frutales que lo adornan y nos hacen compañía; y porque puede apaciguar en mucho esa tormenta de sudor que seguramente traeremos con nosotros encima si no nos hemos tomado con filosofía y buenos pasos el subidón hasta la presente como cima. Así que, allí, bajo un hermoso y frondoso castaño, practicamos un pequeño descanso para ese tentempié que te levanta y te anima.
Volviendo sobre nuestros pasos, regresamos al anterior cruce de caminos y tomamos pues el carril mencionado y que lleva hacia El Collado de la Trinchera, con las primeras vistas en panorámica del Pico del Veleta, encuadrado aquel entre el Toril, Calar de Güejar Sierra, y la Loma de los Jarales y un poco manchado éste de nieve-granizo, como manchado de azúcar.
Tras un prolongado llaneo por el mismo, y carril que nos acerca, llegamos al Collado de la Trinchera, y punto máximo de elevación de nuestra ruta, allá por los 1.289 m.a.
Dejando a nuestra derecha la Cruz de piedra enclavada sobre este Collado, con todo lo que señala y simboliza, ahora damos un giro de 90º al sentido de la caminata para tomar el ancho carril de la izquierda ( al parecer pendiente de una mano de asfalto ) y que lleva en descenso hacia el Complejo Turístico Rural denominado Cortijo de la Argumosa que, levantado en la ladera noroeste del Parque Natural de Sierra Nevada, se encuentra a unos 1.200 m.a. con unas hermosas vistas en panorámica y con el privilegio del entorno que lo rodea.
Pasamos junto al enorme arco levantando sobre la puerta principal del mismo y acto seguido, continuando a la vera de sus tapias, pasamos también por la otra entrada del mismo y señalizada como Puerta de San Antonio para cruzar después sobre un pequeño y frondoso barranco, donde el agua nos sirve de remanso sobre los pasos y que tenemos ya acumulados a nuestras espaldas.
Al poco, el carril se vuelve a levantar en una pequeña aupada rodeados de almendros que están, tal y como se observan y conservan, a punto de recogida.
El camino desciende ahora suavemente para acercarnos hasta el último de los tres cortijos que visitaríamos hoy: El de Prado Montero, sobre una altura de 1.150 m., y propiedad, según se cuenta, de la hija del famoso pintor granadino, Gabriel Morcillo.
Y hacia allí que nos dirigimos para comprobarlo; abandonando la pista principal que sube hasta el Pantano de Quéntar, tomando pues el de la izquierda y que nos desciende hasta el mismísimo cortijo.
Y allí estaba... Ese frescor del que primero se habla y después se disfruta y se respira. Con visita incluida a la Ermita de la Virgen de los Labradores; que no es tal ermita si no una especie de santuario al aire puro y libre. Acompañada en su trayecto de azulejos de cerámica con poesías incrustadas y selladas con palabras. Como perlas que se regalan al visitante.
Desde aquí volvemos y descendemos unos metros más, por sendero debidamente señalizado, hacia la Fuente del Mochuelo para hacer la obligatoria parada para el avituallamiento y relax del pensamiento y los pasos.
Fuente que tiene un estanque próximo, con placa conmemorativa en palabras y recuerdo del poeta granadino y amigo del citado pintor: “Mil gracias, alberca porque herida de estrellas esta noche me pones tan a mano el alto cielo. Manuel Benítez Carrasco
Tras este pequeño descanso placentero, de una media hora aproximadamente, continuamos con el sentido de la marcha volviendo al carril junto al cortijo; y que ya, todo en descenso, nos conduce desde el mismo hasta el cruce de nuevo con el río Aguas Blancas, junto al puente, y con el que nos topamos al principio de la caminata. Atravesando antes por entre multitud de paratas de regadío y secado, de olivos centenarios, de pequeñas viñas a uno y otro lado del carril. Comprobando que los frutos del otoño ya pronuncian, con sus colores y alma, esa llamada para que sean recolectados: granadas, membrillos, uvas... todos al unísono ! Grandioso regalo de la naturaleza para la vista, y un sudor y gustazo para el campesino que los cuida.
Punto y final, de nuevo ya en Quéntar, de esta agradable marcha, ideal para media jornada y sobre estas fechas tan propias que respiramos, como bienvenida del otoño y antesala de lo venidero. Así pues, vaya ésta por este paso del tiempo y sobre la marcha de lo disfrutado!
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- Accesos: Granada, antigua Carretera de la Sierra, Quéntar, unos 13 km. en vehículo
- Tipo de itinerario y trayecto: Circular y a través principalmente casi todo por carril carretero en buen estado.
- Tiempo empleado: 4 1/2 horas. (con descanso de una media hora incluido)
- Longitud recorrida: 15 km. aprox.
- Desnivel: 417 m. (entre los 872 m. de Quéntary los 1.289 de la Cruz de la Trinchera
- Dificultad: Baja
-Número de participantes: 4
- Agua: Fuente del Mochuelo en el Cortijo de Prado Montero.
-Datos de interés: Postre típico de la casa del otoño y como secreto de la abuela lo pongo, "Gachas de mosto". Ingredientes: 1 litro de zumo de mosto preferiblemente de uva tinta o negra recién pisado o exprimido, 4 cucharadas soperas rasas de Maizena, otras 4 de harina de repostería, un poco de azúcar y canela a gusto del consumidor. Preparación: hervir el mosto, dejarlo enfriar un poco, e ir incorporándole mientras la harina, la Maizena y azúcar sin dejar de mover, para que no haga grumos, hasta que espese y empiece a hervir. Echar en un plato o fuente y dejar que se enfríe. Rociarle un poco de canela por encima. ¡ Y que os aproveche !

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