30 septiembre 2007

CIRCULAR POR QUÉNTAR

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Vista de la localidad de Quéntar. Hoy y aquí, azul sobre blanco!
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Fin de la caminata, volviendo hacia el puente del Río Aguas Blancas , sobre la bifurcación de caminos al principio indicada. Tras el de la derecha, el puente; el de la izquierda, el que tomamos en ascenso al inicio de la caminata. Y tanto monte, monta tanto, que la misma se puede hacer en cualquiera de los sentidos; como siempre, disfrutando de la Naturaleza...!
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Árbol del Granado (Punica granatum) , tan abundante por estas tierras y a punto de caramelo
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Uvas bajo el Sol que las acaria y materia prima para los buenos caldos que de esta tierra ya son más que famosos y agradecidos!
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Fuente del Mochuelo! ¿ Quién se atreve a encontrar al susudicho entre el verde inconfundible ?
* Alberca con la placa de cerámica y poesía del poeta granadino: "Mil gracias alberca porque herida de estrellas esta noche me pones tan a mano el alto cielo. Manuel Benítez Carrasco"
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Aquí paramos, junto al estanque y la Fuente del Mochuelo, como salvados por la campana. Sobre este paraje más que refrescante para el cuerpo y los sentidos
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Curioso confesionario de piedra. Y de penitencia... lo de siempre, aquellas Ave Marías y los siete Credos de compañía.
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A tocar tocaba! Porque, aquí y entonces... era la señal de que la hora del "Ángelus" se acercaba.
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Ermita de los Labradores, o más bien pequeño santuario al aire libre
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Ejemplo de Poesía envuelta en ese "papel" especial de regalo de la Naturaleza y que podemos leer durante el corto recorrido
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hasta las señales indicadoras e iniciadoras de la senda que nos acerca hasta la Ermita de los Labradores y Fuente del Mochuelo.
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A la derecha, entrada al Cortijo de Prado Montero. A la izquierda continuidad del recorrido y que nos lleva...
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Al poco, y a la izquierda, ya vemos el Cortijo de Prado Montero allá abajo. Y hacia él que nos dirigimos abandonando el carril principal que continúa hacia el Pantano de Quéntar.
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Vista del Cortijo de la Argumosa, desde el carril que lo redea
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Entrada principal al Cortijo de la Argumosa
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Magnífico ejemplar de encina. ¿ Qué buscaría aquí mi primo, la sombra o medirse en altura?
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Llegada al Cruce indicador de la Fuente de la Teja (a la derecha y hacia arriba) y al Cortijo de la Argumosa y que nosotros tomamos ( a la izquierda y todo patas abajo). Como vemos en la foto también esta ruta es usada con frecuencia por los sufridos ciclistas! ¡ Ánimo hombre, métele la 1ª que aún te faltan siete lenguas para arriba!
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Equinos que por aquí retozaban como caballo por su cuadra!
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Ejemplar de Endrino ( Prunus spinosa L. )
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A nuestra derecha, dejamos atrás la Cruz de la Trinchera, con todo lo que conlleva y simboliza
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Continuamos por el carril que ahora da un giro de 90º para dirigirnos hacia el Cortijo de la Argumosa, todo hacia abajo
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Tirando de objetivo, vemos los Picos del Veleta (con un poco de nieve-granizo encima), Salón, Campanario, Zacatín, y los Machos! ¡ Esperemos que pronto, todo esto, esté completamente blanco!
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Y ya tenemos al Collado de la Trinchera a la vista, con Sierra Nevada de fondo y como horizonte tan propio y característico de estas tierras!
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Proximidades del Cortijo Majano. Un descansillo bajo el gran Castaño, mientras mi primo Antonio casi se arranca por peteneras!
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Carrril que te acerca hasta el Cortijo Majano, o lo que queda...!
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Después de tanto subir para arriba, ya tenemos nuestra recompensa: unas formidables vistas de Sierra Nevada que empequeñecen a cualquiera, mientras el Calar de Guejar Sierra se encargaba de doblegarlas!
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Fruto del Acerolo, la Acerola, que tiene forma de pequeña manzana y ese sabor aci-dulce tan característico. Por desgracia, este año, por aquí muy escasas!
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Árbol de Acerolo ( Crataegus azarolus) perteneciente a la familia de las rosáceas.
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Panorámica de Quéntar desde el carril de ascenso
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Como detalle del paisaje que se observa: Quéntar, el Tajo del Reloj, tierras de Beas de Granada, y las Lomas de Dúdar al fondo!
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Desvío que tomamos a la derecha como referencia ahora
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Si miramos hacia atrás podemos ver la presa (dique) del Pantano de Quéntar , allá al fondo entre los dos picachos
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Cruce con el que nos encontramos pasado el puente del Río Aguas Blancas. Nosotros tomamos el carril de la derecha. El de la izquierda es el traeríamos a la vuelta.
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Jugoso ejemplar de Chumbera ( Opuntia ficus-indica ) junto al camino que pisamos. ¿ Pero a ver quién se atreve a meter la mano en la despensa ?
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Vereda que tomamos a continuación tras abandonar las últimas casas del pueblo! A la derecha la tablilla indicadora. Pero hay que fijarse bien para no perder el Este!
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Con la Loma de los Jarales como punto de referencia a nuestra derecha
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Calle del pueblo de Quéntar por la que nos dirigimos hacia las Escuelas


CIRCULAR POR QUÉNTAR

Antes de nada quisiera hacer hincapié en el título con el que he bautizado ésta y que en definitiva resume el doble sentido que se puede aplicar sobre la misma. Decir que sí, que se trata de una ruta circular en el más estricto sentido de la palabra; y por otro, que casi toda ella transcurre “circulando” por carril carretero, pero no por ello exento de amplias vistas y de belleza sobre la época que se respira: bajo el renacer del otoño con todo lo que conlleva de colorido y frutos característicos y que tenemos tan a mano de la vista, claro. ¡Que hay que respetar lo privado, no vayamos a equivocarnos!
La ruta la comenzamos en el pueblo granadino de Quéntar, al que accedemos por la antigua Carretera de la Sierra tras el desvío pertinente a la izquierda en su punto señalizado y que nos levanta, tras tomar el suyo y propio después a la derecha, hasta la mismísima plaza del pueblo.
Población ésta de Quéntar que está ubicada en la depresión formada entre Sierra Nevada y el Parque Natural de la Sierra de Huétor y bañada por las transparentes aguas del Río Aguas Blancas. Río al que, según mis recuerdos y de la fotografía que no engaña, a pesar de ser en blanco y negro, acudíamos de niños allá con la sandía bajo el brazo y con el “singular" traje de baño y marca interior de la casa.
Añadir, además, que su nombre actual proviene del árabe "Qaryat al-Qantar" que significa "puente y paso hacia la alquería", que se halla a una altitud sobre el nivel del mar de 872 m. y que sus fiestas de Moros y Cristianos, emuladas por los propios vecinos, son de lo más variopinto, característico y representativo, sin ofender a nadie que se sepa, y que desde tiempos antiquísimos se vienen celebrando como recordatorio y escenario de los pasos de la historia. Y estamos hablando de Felipe II, Juan de Austria... Y ya han llovido verdaderas batallas desde entonces !
En la actualidad apuntar que su fecha ha sido adelantada a la del 15 de septiembre. Así que, ya llegábamos tarde!
Y volviendo sobre los pasos actuales, decir que la marcha la iniciamos en dicha plaza, tomando a continuación la Calle Río para dirigirnos hacia las Escuelas que no son otras ahora que el llamado Colegio Público Ribera de Aguas Blancas.
Pasado éste, marchamos ahora, por poco espacio de tiempo, por camino asfaltado con dirección Este y con la vista puesta sobre el Miguelejo y el enorme Calar de Güejar Sierra de frente. A nuestra derecha tenemos la impresionante Loma de los Jarales.
Al poco, tomamos una estrecha vereda en sentido descendente y señalizada con una tablilla de madera, afianzada rústicamente sobre una tela metálica y a la antigua usanza, con la palabra escrita y apuntando hacia "Prado Montero".
Proseguimos por esta estrecha vereda, de piso al principio rocoso, que al poco nos deja sobre otro estrecho camino y no hace mucho asfaltado. Continuamos en sentido descendente hasta que éste nos acaba acercando hasta el Puente del Río Aguas Blancas, que tras rebasarlo nos coloca en el primer cruce de caminos. El de la derecha, y el que nosotros tomamos, nos lleva todo cuesta arriba hacia nuestro próximo destino: El Cortijo Majano. El de la izquierda, y por el que terminaríamos a la vuelta, al de Prado Montero. Pudiéndose realizar, por descontado, en cualquiera de ambos sentidos la misma.
Decir que la subida por este carril carretero no se hace en nada pesada ya que el desnivel no es muy acusado y conforme vamos ascendiendo vamos ganando en paisaje.
Al poco, si volvemos la vista atrás ya podemos ver la presa del Pantano de Quéntar. A nuestra derecha tenemos unas hermosa panorámica del encalado pueblo de Quéntar, con el Tajo del Reloj de frente, tierras de Beas de Granada con su "Fraile" incluido, y las lomas de Dúdar cerrando ese marco tan solemne sobre el paisaje.
Al rato nos topamos con otro cruce de caminos. Ahora tomamos el de la izquierda y después el siguiente a la derecha.
El camino carretero se alza todo cuesta arriba con respiro pero sin pausa entre multitud de árboles, que daban hoy la bienvenida al recientemente otoño estrenado como en alfombra roja, amarilla y verde: Acerolos, membrillos, nogales, algún ejemplar de castaño salpicando el paisaje y el entorno del camino. Amén de plantas aromáticas como la lavanda, de arbustos como el majuelo, el escaramujo y aulagas.
Casi llegando a tocar ya cielo, llegamos a un nuevo y triple cruce de caminos: El de la derecha, y que merece la pena tomarlo, nos acerca en breve hasta el Cortijo de Majano; el todo y seguido y con curva a la derecha en ascenso hasta el Cortijo de los Jarales, y el que desciende para continuar llaneando a la izquierda hasta el collado de la Trinchera y que tomaríamos al regreso de la visita al fresco Paraje antes mencionado y alrededores del Cortijo Majano y al que nos dirigimos sin pensárnoslo.
Paraje éste que es de agradecer por el encanto de su verde, por la multitud de árboles frutales que lo adornan y nos hacen compañía; y porque puede apaciguar en mucho esa tormenta de sudor que seguramente traeremos con nosotros encima si no nos hemos tomado con filosofía y buenos pasos el subidón hasta la presente como cima. Así que, allí, bajo un hermoso y frondoso castaño, practicamos un pequeño descanso para ese tentempié que te levanta y te anima.
Volviendo sobre nuestros pasos, regresamos al anterior cruce de caminos y tomamos pues el carril mencionado y que lleva hacia El Collado de la Trinchera, con las primeras vistas en panorámica del Pico del Veleta, encuadrado aquel entre el Toril, Calar de Güejar Sierra, y la Loma de los Jarales y un poco manchado éste de nieve-granizo, como manchado de azúcar.
Tras un prolongado llaneo por el mismo, y carril que nos acerca, llegamos al Collado de la Trinchera, y punto máximo de elevación de nuestra ruta, allá por los 1.289 m.a.
Dejando a nuestra derecha la Cruz de piedra enclavada sobre este Collado, con todo lo que señala y simboliza, ahora damos un giro de 90º al sentido de la caminata para tomar el ancho carril de la izquierda ( al parecer pendiente de una mano de asfalto ) y que lleva en descenso hacia el Complejo Turístico Rural denominado Cortijo de la Argumosa que, levantado en la ladera noroeste del Parque Natural de Sierra Nevada, se encuentra a unos 1.200 m.a. con unas hermosas vistas en panorámica y con el privilegio del entorno que lo rodea.
Pasamos junto al enorme arco levantando sobre la puerta principal del mismo y acto seguido, continuando a la vera de sus tapias, pasamos también por la otra entrada del mismo y señalizada como Puerta de San Antonio para cruzar después sobre un pequeño y frondoso barranco, donde el agua nos sirve de remanso sobre los pasos y que tenemos ya acumulados a nuestras espaldas.
Al poco, el carril se vuelve a levantar en una pequeña aupada rodeados de almendros que están, tal y como se observan y conservan, a punto de recogida.
El camino desciende ahora suavemente para acercarnos hasta el último de los tres cortijos que visitaríamos hoy: El de Prado Montero, sobre una altura de 1.150 m., y propiedad, según se cuenta, de la hija del famoso pintor granadino, Gabriel Morcillo.
Y hacia allí que nos dirigimos para comprobarlo; abandonando la pista principal que sube hasta el Pantano de Quéntar, tomando pues el de la izquierda y que nos desciende hasta el mismísimo cortijo.
Y allí estaba... Ese frescor del que primero se habla y después se disfruta y se respira. Con visita incluida a la Ermita de la Virgen de los Labradores; que no es tal ermita si no una especie de santuario al aire puro y libre. Acompañada en su trayecto de azulejos de cerámica con poesías incrustadas y selladas con palabras. Como perlas que se regalan al visitante.
Desde aquí volvemos y descendemos unos metros más, por sendero debidamente señalizado, hacia la Fuente del Mochuelo para hacer la obligatoria parada para el avituallamiento y relax del pensamiento y los pasos.
Fuente que tiene un estanque próximo, con placa conmemorativa en palabras y recuerdo del poeta granadino y amigo del citado pintor: “Mil gracias, alberca porque herida de estrellas esta noche me pones tan a mano el alto cielo. Manuel Benítez Carrasco
Tras este pequeño descanso placentero, de una media hora aproximadamente, continuamos con el sentido de la marcha volviendo al carril junto al cortijo; y que ya, todo en descenso, nos conduce desde el mismo hasta el cruce de nuevo con el río Aguas Blancas, junto al puente, y con el que nos topamos al principio de la caminata. Atravesando antes por entre multitud de paratas de regadío y secado, de olivos centenarios, de pequeñas viñas a uno y otro lado del carril. Comprobando que los frutos del otoño ya pronuncian, con sus colores y alma, esa llamada para que sean recolectados: granadas, membrillos, uvas... todos al unísono ! Grandioso regalo de la naturaleza para la vista, y un sudor y gustazo para el campesino que los cuida.
Punto y final, de nuevo ya en Quéntar, de esta agradable marcha, ideal para media jornada y sobre estas fechas tan propias que respiramos, como bienvenida del otoño y antesala de lo venidero. Así pues, vaya ésta por este paso del tiempo y sobre la marcha de lo disfrutado!
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- Accesos: Granada, antigua Carretera de la Sierra, Quéntar, unos 13 km. en vehículo
- Tipo de itinerario y trayecto: Circular y a través principalmente casi todo por carril carretero en buen estado.
- Tiempo empleado: 4 1/2 horas. (con descanso de una media hora incluido)
- Longitud recorrida: 15 km. aprox.
- Desnivel: 417 m. (entre los 872 m. de Quéntary los 1.289 de la Cruz de la Trinchera
- Dificultad: Baja
-Número de participantes: 4
- Agua: Fuente del Mochuelo en el Cortijo de Prado Montero.
-Datos de interés: Postre típico de la casa del otoño y como secreto de la abuela lo pongo, "Gachas de mosto". Ingredientes: 1 litro de zumo de mosto preferiblemente de uva tinta o negra recién pisado o exprimido, 4 cucharadas soperas rasas de Maizena, otras 4 de harina de repostería, un poco de azúcar y canela a gusto del consumidor. Preparación: hervir el mosto, dejarlo enfriar un poco, e ir incorporándole mientras la harina, la Maizena y azúcar sin dejar de mover, para que no haga grumos, hasta que espese y empiece a hervir. Echar en un plato o fuente y dejar que se enfríe. Rociarle un poco de canela por encima. ¡ Y que os aproveche !

23 septiembre 2007

I ENCUENTRO PROVINCIAL DE MONTAÑEROS VETERANOS

Cartel anunciador del encuentro
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Vista de la torre de su Iglesia y últimos pasos del recorrido
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Almendral que una vez atravesado te deja sobre la antigua carretera Granada-Motril, junto a la parte alta del Padul
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Escalinata que desciende del mirador y con la mirada puesta ya en el Padul abajo
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Desde este magnífico mirador observamos la Cruz de la Atalaya y a la que no pudimos ascender por razones del horario.
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Mirador de "Motrilejo", excelente punto de observación de las Lagunas y carrizales del Padul así como de su núcleo urbano y amplios alrededores
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De nuevo otra de las numerosas ramblas con las que nos tropezamos durante todo el recorrido y que había que cruzarla de un lado al otro. Menos mal que por aquí no corría hoy el agua...! Aquí tenemos, el último el la foto y de espaldas, otro de los más veteranos "de guerra", miembro de la Sociedad Sierra Nevada, y que a sus 74 años aún nos seguía enseñando ese grado de veteranía y correspondiente a su rango.

Y aquí tenemos a Piedra Ventana a la vista
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Sendero que desciende de la Silleta y que conduce hacia Piedra Ventana
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Y allí arriba dejamos a la Silleta en paz y en orden con la Naturaleza. Aquí, un voluntario y miembro del grupo Al Borde de lo Inconcebible observando de que nadie se quedase atrás, ni perdido ni convertido en número imaginario.
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Para que después digan... ! Las mujeres al poder de los vértices de la Tierra. Y aquí una muestra de las nuestras, las del Club El Bastón. Y tan alto como claro, por supuesto!
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Ya desde lejos, y tirando de objetivo, los primeros que llegaron y tomaron posesión de la cima de la Silleta. La más baja de las dos y poseedora del vértice Geodésico. Total unos 1.524 (metros claro y claros de altitud y de asombro del paisaje...Toda Granada entera, su Vega, Sierras de Tejeda y Almijara, El Valle, Los Alayos de Dílar, El Trevenque, Sierra Nevada, etc.etc... )
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Vistas hacia atrás desde la primera de las dos cumbres o mogotes de la Silleta. Y casi todo cabía en el cuadro...Puerto de la Mala Mujer allá abajo, los Alayos de Dílar, El Rey Trevenque, Sierra Nevada al fondo y cerrando el horizonte esas nubes insinuantes y sombra de las que por aquí pasaron hacía un par de días.
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Delante de nuestra mirada, una de las dos cumbres de la Silleta del Padul. Unos cuantos destrepes y arriba con la barriga y el pulso a la cima!
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Porque no todo, y mirando al suelo, iban a ser guijarros ni roca pura... Aquí, pequeño ejemplar y muestra de este Refugio Botánico que es todo "El Manar"
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Miembros de la "expedición" sobre el Puerto de la Mala Mujer y tablilla indicadora de los dos caminos hacia la Silleta: éste, sobre el que pisamos y en ascenso, primero y más alto de los dos mogotes; y el que continua, por debajo y a la derecha de la foto, por la Vereda de los Gudaris, y que te lleva también hasta la otra cumbre en donde está instalado el vértice Geodésico.
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Puerto de la Mala Mujer. A saber qué mal hombre se lo puso y el porqué del sobrenombre!
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Pequeño bosque encantado por donde salimos de nuestro asombro. Y al volver la vista atrás, ese gran regalo de la Naturaleza y convertido en paisaje!
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Y así, rambla tras otra, nos encaramamos hacia arriba! Y todos en fila india que por aquí ni se adelantaba ni se quedaba uno en la orilla.
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Todo bajo un paisaje típicamente mediterráneo. Y el día que nos hizo...toda una maravilla de verde y azul que brillaba!
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Y aquí, en el punto de intersección de la rambla con la vereda de Marchena, la foto de Familia: Miembros de nuestro Club Senderista El Bastón. Y faltaban algunos... por dónde andarían ? Para y por ellos, y para los otros muchos que no vinieron, aquí va la instantánea de recuerdo!
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Bajo la pesadez de la arena, paso tras paso, nos fuimos acercando hacia la meta!
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Breve parada para reagruparnos los "Cuatro mil cuatrocientos" y poco más o menos. Entre medias ramas, vemos al amigo Enrique Perea; otro saludo de ánimo para él y como sirviendo de ejemplo para el resto de esa veteranía y grado en movimiento...!
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Carril que tuvimos que atravesar tras los primeros pasos de la marcha y mediante esa breve aupada! Al fondo, casi todo el camino de ascenso y que traíamos desde el Aguadero.
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¡ Aupada al carril, que se nos echaba la hora encima! Aquí , subiendo en la pequeña trepada, el amigo Antoñín, del Club al Borde de lo Inconcebible, como ejemplo de muelle y resorte de lo que se camina!
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Primer pinar que se atravesamos, tras la estampa, evidencias y recuerdo del impetuoso aguacero que por aquí pasó con mala hora, fortuna y rabia.
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Rambla por la que transcurren los primeros pasos. Sobre el lecho vemos uno de tantos de los árboles caídos!
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Una pequeña muestra de la furia con la que bajó por aquí el agua (con socavones de a metro), el pasado viernes día 21 de septiembre, junto a los primeros pasos del recorrido
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...tomar el desvío, girando a la izquierda, y que abandonando la antigua carretera Granada-Motril nos introduce en el sendero de hoy por referencia y hacia ese descubrimiento de lo desconocido.
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Desde el Aguadero (detrás de aquellos últimos y frondosos árboles) no acercamos por el margen derecho de la Carretera - con dirección Motril-, hasta...
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Punto de encuentro, bajo las palabras de recibimiento del Alcalde del Padul, Manuel Alarcón, que no nos pudo acompañar por los motivos evidentes y expuestos del reciente desastre tras la tormenta de su pueblo.



I ENCUENTRO PROVINCIAL DE MONTAÑEROS VETERANOS


Organizado por la Federación Andaluza de Montañismo (FAM), Delegación Territorial de Granada, habíamos sido convocados para el día de hoy, domingo 23 de Septiembre, con objeto de celebrar el PRIMER ENCUENTRO PROVINCIAL DE MONTAÑEROS VETERANOS. Acto al que asistimos evidentemente bajo ese reclamo de la llamada y hacia esta zona tan hermosa y nuestra, cómo no de la baja y media montaña granadina y perteneciente a Sierra Nevada, más concretamente a la Sierra del Manar, con el consiguiente programa y orden del día sobre los pasos:
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"CARACTERÍSTICAS DEL ENCUENTRO:
Dirigido a los montañeros, pertenecientes a clubes, con licencia federativa en vigor mayores de 40 años (nacidos antes del 01-01-1968).
Día del encuentro: el 23 de septiembre del 2.007
Lugar: en El Padul.
HORARIO Y CELEBRACIONES:
9:00 horas - Concentración en la puerta del Ayuntamiento de El Padul.
9:30 horas - Marcha a La Silleta de El Padul y Cruz de la Atalaya, por sendero nuevo.
14:30 horas - Invitación a los participantes por parte del Ayto. de El Padul.
Encuentro: - Puesta en común sobre la experiencia realizada. Participación en otros encuentros de veteranos.
17:00- Fin del acto y regreso a casa."

Así que unos en el autobús servido gratuitamente por la organización con salida desde el Palacio de Congresos a las 8:15 h. de la mañana, y el resto en vehículos propios, allá que nos dirigimos hacia esta localidad tan granadina y acogedora; y para más señas propias, perteneciente a la comarca del Valle de Lecrín, El Padul. Nombre que procede del latín "Palus-dis" y que significa lugar pantanoso o gran laguna, sin duda por la que existía junto al pueblo y que fue desecada allá por el siglo XVIII, para convertir el espacio ocupado por las aguas en una zona cultivable, tan aprovechable como práctica, para aquellos pobladores de la época.
Villa tan próspera, esta de El Padul, que está situada a unos 13 km.de la capital granadina, a una altitud sobre el nivel del mar de 744 m. y que cuenta aún con unos de los humedales más importantes de España.
Y allí coincidimos todos sobre las 9 de la mañana, como miembros de los distintos clubes asistentes, y bajo las palabras de bienvenida de su alcalde, Manuel Alarcón, que se disculpó por no acompañarnos; aclarando que, aunque esto del andar también le apasiona, pero que se debía naturalmente a su pueblo que estaba todo "patas arriba" debido a la tromba de agua recién caída sobre esta población y otras de nuestra provincia, véase Almuñécar como ejemplo y en exceso, y en forma de desastre. Pues eso que, evidentemente, ahora era la hora de demostrarlo. Todo un sobresaliente por su parte.
Acto seguido nos dirigió otras de acogida e inauguración del evento el Delegado de la FAM de Granada, Manuel Varo, y que sí que nos acompañó durante todo el recorrido, aclarando algunas dudas y preguntas.
Bueno, y ya con los pasos sobre la marcha, decir que la ruta la comenzamos en el punto conocido como “El Aguadero” - junto al Restaurante Montesol – a 2 km. del Padul y junto a la antigua carretera Granada-Motril. Tras unos cientos de metros, para calentar motores, por esta carretera en la que nos dejó el autobús en varios viajes desde la Casa de la Cultura (Centro Federico García Lorca) y antigua subestación del Tranvía de Vía Estrecha “FEVE” en donde se realizó el acto de bienvenida junto a su puerta de entrada, y desde el Aguadero, tomamos el inicio de la vereda abandonando la misma y girando a la izquierda.
El camino se inicia entre algunas edificaciones sueltas y desperdigadas de casas unifamiliares y pequeñas naves agrícolas, por un piso arenoso y agrietado, haciéndolo a continuación por una ancha rambla que al final se va estrechando hasta abandonarla y rodeados de almendros, olivos, algunos pinos y plantas aromáticas. Observando además “in situ”, cómo la fuerza del agua, que por aquí tuvo que bajar a raudales el pasado 21 de septiembre y día del desastre, había arrancado arbustos por doquier e incluso algunos árboles de mediana altura (algunos pinos e incluso olivos), que se encontraban junto a su cauce, aún mojado y embarrizado por multitud de recovecos, y que no pudieron resistir esta furia de la naturaleza.
Después de abandonar la rambla, sorteando por algunos momentos antes todo un muestrario de piedras, tan grandes como pequeñas y esparcidas por todo el lecho aún con olor a desastre, giramos a la derecha para atravesar un espeso pinar, que ascendemos todos un poco sorprendidos por esas señales que aún quedan como muestra.
Al rato, el pinar se aclara de vez en cuando y lo hacemos ahora entre pequeños ejemplares del mismo que nos acompañan casi cerrando el paso de la vereda. Vereda que tratamos de abrir al paso, claro, y que sólo utilizan, según comentan algunos compañeros los habitantes del Padul y de otros pueblos limítrofes.
Según ascendemos ya contamos con unas impresionantes vistas de las lagunas del Padul, hoy más llenas que nunca de su líquido elemento, y de toda esa masa de pinar-sabinar que hemos dejado atrás y abundante en sabina mora (Juniperus phoenicea) y de pino resinero (Pinus pinaster subsp acutisquama). Comprobando, además, que estamos rodeados y acompañados por otras especies como espinos negros (Rhamnus myrtifolius, Rhamunus lycioides subsp velutinus), enebros (Juniperus oxycedrus), torvizcos (Daphne gnidium) o madreselvas (Lonicera splendida).
Al poco atravesamos un carril carretero y ascendemos, con un pequeño destrepe incluido, por la altura de su margen, y todo seguido pues con varias paradas para reagruparnos hasta la confluencia con el sendero de Marchena, circulando antes por otra rambla arenosa y punto de la vereda que hasta ahora era la "desconocida" para muchos.
Otra breve parada, y continuando con la ascensión ya por tierras conocidas, y tras ese último esfuerzo que alimenta, llegamos al Puerto de la Mala Mujer y junto a la tablilla señalizadora “Silleta de Dílar”. Excelente mirador natural de este enclave tan sorprendente de la Silleta del Padul, y "divisoria de mares", cuya vertiente Norte pertenece al municipio de Dílar y la Sur a la del Padul, claro.
Desde la Boca de la Pescá, pasando por Los Alayos de Dílar al completo, El Rey de la Media montaña El Trevenque, Buitreras de Dúrcal, El Valle, Al fondo toda Sierra Nevada incluso todo era como un gran cuadro sin marco...!
De estas tierras decir que están compuestas de arenas dolomíticas, tan características en esta zona, y que sus suelos son muy parcos en nutrientes; sumándoles la poca capacidad de retención de agua, y que con el extra añadido de su estructura suelta y arenosa y la presencia de magnesio, elemento nefasto para muchas especies, se origina una especialización, y en consecuencia un mayor interés desde el punto de vista ecológico y botánico, ya que sólo algunas plantas son capaces de sobrevivir en estas extrañas condiciones, encontrando en ellas los denominados endemismos de dolomías que por aquí sobreviven como por su casa.
Estos endemismos se caracterizan por presentar un porte bajo y la mayoría son herbáceas. Sus hojas y tallos están cubiertos por un tomento blanquecino, que se ha desarrollado como mecanismo de adaptación para evitar la pérdida de agua y así poder soportar la fuerte insolación que por aquí se descarga como por sus anchas. Entre una larga lista de especies se pueden encuentrar ejemplares de Andryala ramossisima, Anthyllis tejedensis, Anthyllis vulneraria subsp argyrophylla, Arenaria modesta, Brachypodium boissieri, Brassica repanda subsp blancoana, Centaurea bombycina, Centaurea granatensis, Convolvulus boissieri, Draba hispanica, Echium albicans, Iberis carnosa subsp granatensis, lavandula lanata, Odontites hispanica, Pterocephalus spathulatus Ptilosthemun hispanicus, Santolina canescens, Thymus baeticus, Thymus granatensis, Thymus longiflurus.
Desde el Puerto de la Mala Mujer (a saber qué mal hombre se lo puso y el porqué del sobrenombre!) nos encaramos unos hacia una de las dos cumbres de la Silleta y que tenemos justo en frente; el resto por la vereda de los Gudaris hasta la confluencia con el sendero que baja del segundo mogote y en donde está enclavado el vértice geodésico y que naturalmente los que subimos lo abrazamos como nuestro (con permiso y respeto hacia el Instituto Geográfico, por su puesto). Allí sobre los 1.524 m.a.y con la vista en panorámica y en pantalla de plasma de la naturaleza; a 360º.
Después de la foto de rigor y tras la comprobación por parte de la organización de que no quedaba ningún rezagado, continuamos con la marcha por la vereda que desciende hacia Piedra Ventana.
De nuevo, y aquí, y tras la foto de rigor, sendero hacia abajo, y giro a la derecha para tomar el que nos desciende hasta la enorme cantera y bocado arrancado a la naturaleza por el hombre. Pasando y dejando antes el frondoso pinar que atravesamos en su totalidad, restos visibles de las antiguas minas que por aquí existieron, el cruce de varias ramblas y la escalinata y Mirador de Motrilejo. ¡ Y ya vemos a nuestra derecha y arriba, la Cruz de la Atalaya y a la que no pudimos ascender por motivos del horario; y de frente y abajo, el camino que atraviesa el almendral que desemboca en la antigua carretera de Granada-Motril (CN-323) y que tras cruzarla nos introduce en las primeras calles del pueblo, sobre la zona alta del mismo...!
Y hacia allí que nos dirigimos; desde la Calle Nieves, pasando junto a la Plaza de la Iglesia, y terminando a la entrada del Centro de la Cultura, reunirnos con los primeros en la llegada para saborear esas rubias y degustar el arroz obsequio de esa otra naturaleza culinaria y servido por cortesía de la casa y colaboradora del evento.
Punto y final de esta ruta que nos ha servido a muchos como toma de contacto, primero, con otros compañeros “de fatigas y alegrías” y como paso siguiente, por supuesto, para abrir nuevas veredas y recuperación de las antiguas y en desuso. Por eso y por ellas, y para no olvidarlas!
Que muchas gracias, Padul, ánimo y adelante; en especial a su Alcalde por ese nuevo camino emprendido; a la Federación Andaluza, como nuestra, muestra y casa, y al resto de nuevas amistades, que nos veamos por estos caminos por muchísimos años y pasos.
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- Accesos: desde Granada a El Padul por la A-44, unos 13 kms. en vehículo
- Tipo de itinerario: Sendero circular de media montaña pendiente de señalizar en gran parte de su trazado: el que tomaríamos como nuevo y desconocido ( desde el Aguadero hasta la confluencia con la vereda de Marchena en la rambla indicada). El resto del trazado, desde aquí hasta el Puerto de la Mala Mujer no hay pérdida porque el sendero está bastante transitado y desgastado; el de la subida a la Silleta y el de su bajada hasta Padul, completamente señalizado y sobradamente conocido para la vista y los pasos de la caminata )
- Tiempo empleado: 4 1/2 horas.
- Longitud recorrida: 13 km. aprox.
- Desnivel: 780 m. (entre los 744 m. de El Padul y los 1.524 m.de la Silleta
- Dificultad: Media-Baja
-Número de participantes: alrededor de unos 130 participantes, componentes todos de los distintos clubes de Granada que asistieron. Entre otros, y que me vienen a la memoria porque conectara con alguno de sus miembros: el de la Sociedad Sierra Nevada, La Verea, Al Borde de lo Inconcebible, Senderos de Andalucía, y El Bastón por supuesto.
- Agua: llevar.
- Datos de interés: Dirección Web del Ayuntamiento del Padul: http://www.elpadul.es/
Mancomunidad Valle de Lecrín: http://www.adurcal.com/mancomunidad/